Cambios. Situaciones que juzgamos como "buenas" o "malas" ocurren constantemente. Algunos cambios son tan sutiles que apenas los notamos.
Es bastante común que llegue un cambio a la vida de alguien y, de repente, multitud de pensamientos como supuestas dificultades que ocurrirán por culpa de este cambio o nostalgia por tiempos pasados que parecían mejores invadan el presente de esta persona, transformándola en una balsa sin rumbo a merced de toda esta corriente de pensamientos. Y si esta persona no es consciente de que ha sido poseída por todo ese ruido mental, se resistirá al cambio. Sin embargo, como la vida solo quiere que se viva en el único momento real que es el ahora, dará un aviso a esa persona que está inconsciente. Por ejemplo, puede ser que ocurra algo totalmente inesperado que haga que todo ese ruido mental, todas las preocupaciones que flotaban por ahí, se desvanezcan automáticamente. En un instante, todo ese castillo mental de preocupaciones y nostalgias, desaparece y se produce un silencio. Para aquellas personas que no han experimentado ese silencio en sus vidas, puede resultar abrumador e incluso terrorífico al principio. La buena noticia es que si se acepta este frenazo de la mente, se ha dado el primer paso en una nueva forma de vivir, que es la verdadera forma de vivir.
Algo sucede cuando se acepta el momento presente como lo que es: un cambio constante. Te permites vivir todas las posibilidades desde una nueva perspectiva. Eres consciente que construir muros de contención ante lo que es, maquillando las diferentes situaciones en las que se manifiesta la vida, lleva a resistirse a los cambios y, por tanto, al sufrimiento. ¿Significa esto resignarse? Nada más lejos de la realidad. La resignación es una idea inconsciente producto de expectativas (que son otras ideas inconscientes). Resignarse consiste en sufrir porque la vida no fue lo que esperábamos que tendría que ser. Esto lo causa la identificación con los pensamientos que pasan por nuestra mente. Algo como "si esto en mi vida sucede así, todo saldrá bien". Esperar a que en el futuro sucedan las cosas según nuestros deseos para que todo vaya bien es como esperar a mañana para respirar. La respiración sucede ahora, o no sucede.
Aceptar la vida como es carece de expectativas porque estar en el momento presente y a la vez en una vida imaginaria es imposible.
Aceptar la vida como es carece de expectativas porque estar en el momento presente y a la vez en una vida imaginaria es imposible.
Vivir conscientemente todo lo que sucede en el momento presente, aquí y ahora, es el verdadero propósito de todos los cambios que ocurren en la superficie de lo real.
MARÍA DE LA SERA, "Los cambios". Año: 2050